RSC -Código ético y buenas prácticas
Este apartado describe los rasgos principales de los valores éticos que guían a ELEKTRA en el desarrollo de su actividad profesional e interacción con el entorno socio-geográfico en el cual opera.
Nuestros directivos, colaboradores, empleados y equipos técnicos, así como nuestros proveedores comparten y hacen propios estos principios y modelos de conducta. Representan a ELEKTRA en todo momento y por ello, nos aseguramos de su compromiso con nuestro decálogo.
Creemos que la interiorización de estos valores-guías no solo nos define como entidad, sino que nos hace más eficientes porque promueve indirectamente un más elevado grado de profesionalidad y marca los límites de actuación en la resolución de problemas y conflictos.
Integridad
Rechazamos los comportamientos discriminatorios por razones de sexo, la raza, el estado civil o de ideología, las opiniones políticas, la nacionalidad, la religión o cualquier otra condición personal, física o social.
Prevenimos y evitamos los conflictos de interés en la relación con nuestros clientes y proveedores: las decisiones profesionales no deben depender de intereses particulares sino más bien deben estar basadas en criterios de objetividad de negocio, legalidad, y en justo beneficio de las partes implicadas (win-to-win model).
Confidencialidad
Aseguramos a nuestros colaboradores, clientes, propiedades inmobiliarias y sus gestores, un tratamiento confidencial de datos sensibles que puedan llegar a nuestro conocimiento durante el desarrollo de nuestra actividad.
Cuidamos con esmero del cumplimiento de la legislación vigente en materia de protección de datos.
Honestidad y transparencia
Manifestar con claridad y transparencia las propuestas y objetivos en la relación profesional, caracteriza nuestra manera de comunicar y relacionarnos con nuestros interlocutores. Creemos firmemente que tal actitud redunda en credibilidad y tutela la reputación de nuestra firma.
Competencia profesional
Nuestra actividad tiene un fuerte componente técnico-científico. Por ello, la competencia profesional es un criterio clave no solo para elegir a nuestros colaboradores y asegurar la calidad de nuestras prestaciones, sino para acompañar mejor a nuestros clientes en el análisis de nuevas necesidades. Nos enorgullece ser parte activa de sus procesos de cambio.
La curiosidad es una actitud que apreciamos y que nos acompaña a lo largo de nuestra actividad profesional, ejercitamos la creatividad como habilidad resolutiva y apoyamos las soluciones de marca y por lo tanto, el respeto de la propiedad intelectual y autoría de proyectos y metodologías.
Nuestro equipo se compromete a actualizar permanentemente sus conocimientos técnicos y sus capacidades de gestión en un proceso contante de formación continua.
La formación en ELEKTRA es una disciplina que, además de formación reglada y homologada, incluye una metodología propia de autoformación basada en el intercambio de conocimiento entre los diferentes equipos especializados, persiguiendo una capitalización compartida de la experiencia.
Apoyamos programas que propician la igualdad de oportunidades y el desarrollo de la carrera profesional en nuestros grupos de trabajo.
Diligencia profesional
Asumimos como parte de nuestras responsabilidades el cumplimiento de las normas aplicables (sean por imperativo legal o sean las propias del ámbito de trabajo del cliente).
Elaboramos con esmero, cuidado y veracidad toda documentación, todo tipo de informes, en particular la documentación técnica para su uso ante las autoridades competentes.
Respecto de la legalidad
ELEKTRA desarrolla su actividad profesional con observancia estricta de la normativa vigente, así como en el respeto de los usos y de las buenas prácticas mercantiles, asumiendo con diligencia y buena fe, las obligaciones derivadas de acuerdos contractuales.
Tal compromiso nos exige mantener un esfuerzo constante por conocer la normativa aplicable y sus evoluciones.
Aspiramos a mantener relaciones comerciales y profesionales que garanticen la tutela de los legítimos derechos de todas las personas físicas o jurídicas implicadas y, por extensión, con los de la Sociedad en general.
Tutela de las personas y del medio ambiente
No puede haber modelo ético de gestión sin reconocer especial importancia al respeto de las políticas de conservación del medio-ambiente, la prevención de riesgos laborales, la protección de la salud, entendida como la suma de las condiciones psico-físicas del individuo y las necesidades de conciliación de la vida laboral y la profesional.
Todos estos elementos acompañan nuestro método de trabajo desde la fase de proyecto hasta la realización del mismo.
Nos ocupamos de espacios de trabajo que son espacios de convivencia, nos implicamos, por tanto, directa o indirectamente, en la calidad de vida de aquellos que habitan tales espacios.